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Abandono a todo lujo
Corría el año 1798 cuando un terremoto dejó al descubierto un manantial subterráneo en una colina de Dansville, NY. Durante los siguientes 50 años, la cascada no paso de ser una curiosidad local, hasta que Nathaniel Rochester, un empresario de Binghan, descubrió los beneficios de estas aguas minerales y edificó en el lugar para la cura con agua o hidroterapia, medicina alternativa popular ya en aquellos tiempos.Pero la cosa no le funciono demasiado bien, el empresario enfermó y se vendió la propiedad. En 1870, Caleb Jackson, otro empresario que había probado los beneficios de la hidroterapia en sus propias carnes, reabrió de nuevo el hotel, esta vez con bastante más éxito. Los clientes acudían de todos los rincones del país para curarse de sus males a base de estrictas dietas a base de grano sin procesar, frutas y verduras y eliminando por completo el té, el café, el tabaco y el alcohol; algo que hoy en día nos puede parecer de lo más lógico pero que en aquella época era una idea un tanto radical.
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Bajo la dirección de Jackson, “Nuestro hogar en la ladera” como llamó
al hotel-balneario, prosperó y muchos personajes famosos acudían
siempre que podían allí a descansar tras sus largos viajes. En 1882, un
incendio destruyó por completo el hotel. La familia Jackson rápidamente
construyó un edificio más grande que se inauguró el 1 de octubre de 1883
convertido ya en sanatorio. Pese a que la prosperidad continuó durante
algunos años, los avances en los tratamientos y la farmacología moderna
fue ganando terreno a la hidroterapia y el número de pacientes se fue
reduciendo paulatinamente. En 1914, el sanatorio Jackson se declaró en
quiebra. Durante algunos meses las instalaciones fueron utilizadas como
hospital psiquiátrico por el Ejército, que trataba allí a algunos
veteranos de la Primera Guerra Mundial, después, el centro cerró sus
puertas.En la primavera de 1929, Bernarr McFadden compró el sanatorio. McFadden fue un gurú de la aptitud física y poseía una exitosa revista llamada “Cultura Física”. El sanatorio fue renombrado y pasó a formar parte de una pequeña cadena de hoteles vacacionales llamados como la revista. Se reformó el antiguo edificio para convertirlo en un alojamiento de lujo para celebridades y gente rica, incluso durante la Gran depresión, el hotel bullí de actividad, con actividades tales como natación, tenis o tomar el sol, siempre amenizado con buena música de orquestas en directo.
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Tras la muerte de McFadden, en 1955, el hotel fue adquirido por
William Fromcheck, propietario de varios hoteles en Manhattan. Se quedó
abierto con el nombre de “El castillo en la colina de McFadden Bernarr”,
pero los clientes y pacientes fueron de nuevo menguando año tras año.El día del trabajo de 1971, el sanatorio cerró por última vez sus puertas para no volverlas a abrir hasta nuestros días. Fromcheck murió al año siguiente.
Todo el interior del edificio fue retirado y vendido y los terrenos fueron donados al ayuntamiento de Dansville que, según parece, tiene intención de crear el Museo Bernarr McFadden en algún momento del futuro.
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Es un sitio ideal para filmar otra película de terror, esta vez con hidrospíritus contra una banda de reformadores…
ResponderEliminarTú vas a ese lugar y te vuelves loco sacando fotos, te juro que parece que las veo. Estos edificios tan grandes, a mi me da una pena enorme que los dejen caerse de viejos, no lo entiendo. Besitos y buena semana.
ResponderEliminarMUY BUENAS FOTOS,ME FASCINAN ESTOS LUGARES LLENOS DE HISTORIA Y AL VERLOS ASI ES RARO PENSAR Q EN ALGUN MOMENTO TUVIERON SUS AÑOS DE ESPLENDOR.MUUUY BUENO!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPedazo de casa en el condado de New York, con lo caro que es un simple apartamento allí, y en las afueras tienen una masión con terrenos y aguas “milagrosas” y encima abandonado. Yo esque por aquí por mi zona esta todo ocupado, sino, viviria en un castillo de estos. jeje.
ResponderEliminarHola chicos! Qué cosa tendrán los edificios abandonados, que sean lo que fueren en su tiempo, y particularmente los hoteles, balnerarios, colegios, hospitales, etc….Lugaren por donde pasaron mucha gente, con sus historias buenas y malas, sus ausencias dejan una gran huella de misterio en los lugares produciendo una gran curiosidad.
ResponderEliminarSaludos a todos.
besosss
Qué vista!! Me encantaría ir a visitar y ojalá que lo reconstruyan.
ResponderEliminarMe encantaría vivir, todo es muy bello, lástima que no sepan como usar una casa tangrande y tan antigua….
Saludos
Es genial, me encantan las pardes destruidas que dejan ver la madera con la que se construyó.
ResponderEliminarMe encantan lso lugares abandonados, parecen guardar los sentimientos de todos los que allí estuvieron alguna vez.
Aca en Mendoza, Argentina, existe el Hotel Villavicencio, con una historia parecida, aguas termales, y un hotel bellisimo abandonado. La diferencia, si bien está cerrado el hotel, se puede llegar y recorrer las inmediaciones porque el paisaje que lo rodea es impecable (Mendoza es una provincia de clima muy seco, se riega por canales o acequias y el agua es escasa), entonces para un paisaje seco de arbustos pequeños, entrar y ver pinos, arboles gigantes y un sinfin de plantas, es recomendable conocer por aquí!!!!,
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